El artista del Alambre.
Hace tiempo que vengo simplificando mi vida, que en vez de con personas la quiero llenar con música y letras. A veces le tengo miedo a escribir, no sé qué pueda confesarme. A veces le tengo miedo a cantar, por si me encuentro muy a gusto y sin ganas de hacer nada más. Pierdo mucho el tiempo. Estoy experimentando el placer de dejar ser a todos los demás y dejarme ser a mi misma en presencia de los demás. Nunca fui esclava de los químicos sino de mi misma y hoy lo soy más que nunca a esa sensación de que no habrá más un fin del mundo, una fecha de caducidad, una muerte anunciada, un fracaso absoluto, un intento fallido, una hipótesis mal formulada, una estadística que no arroje datos. Hoy he venido a escribir a Valentino y es verdad que tengo esa sensación en la nariz de cuando tienes ganas de llorar, pero no por nada en especial. He tomado un café con leche y un dulce, (lo confieso). He escuchado la música de un guitarrista maravilloso que me ha enviado sus temas para que los escuche.